El Gobierno central denunciará en los tribunales los ataques contra los intereses turísticos del país y se personará en las diligencias judiciales abiertas por sucesos ocurridos en los últimos días en Barcelona. El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha instado a la Abogacía General del Estado a actuar en este sentido después de que varios miembros del grupo juvenil anticapitalista Arran, afín a la CUP, causaran daños hace unos días a bicicletas públicas y un autobús turístico en Barcelona para quejarse de la masificación de visitantes que sufre la ciudad desde hace años.
Arran también ha protestado con bengalas y arrojando confeti a los clientes de un restaurante y a los yates de un puerto de Palma de Mallorca. Ante estos actos, la representación del Ejecutivo central en Baleares ha propuesto sancionar con una multa de 1.200 euros al líder de esta última acción, que fue denunciado por la Policía. Según un comunicado del Ministerio difundido este jueves, se trata de «actuar con contundencia y perseguir este tipo de actos vandálicos hasta sus últimas consecuencias».
El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ya adelantó el pasado 4 de agosto que su departamento había encargado a la Abogacía del Estado estudiar las posibilidades de actuar contra las organizaciones que están promoviendo estos actos. Distintas organizaciones de vecinos y cívicas y algunos sectores políticos se han quejado desde hace tiempo de la presión turística creciente que sufren estas regiones y ciudades desde hace años, favorecida por fenómenos como la proliferación de alquileres ilegales de apartamentos.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó el miércoles que el turismo es fuente de riqueza, empleo y prosperidad y advirtió de que atacar a este sector es un «sinsentido» y un «disparate». Previamente había pedido no tratar «a patadas» a los visitantes. El turismo es el principal sector económico de España, país en el que representa más del 11% del producto interior bruto y da empleo a 2,5 millones de trabajadores. Además, también se ha pronunciado personalmente sobre el tema en su cuenta de Twitter. «Hay extremistas que se declaran enemigos del turismo, promueven el aislamiento y se encuentran cómodos en lo negativo. No lograrán su fin», publicó el miércoles.
Hay extremistas que se declaran enemigos del turismo, promueven el aislamiento y se encuentran cómodos en lo negativo. No lograrán su fin
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) 9 de agosto de 2017
Las protestas antiturismo se han extendido por el sur de Europa desde el inicio del verano. En Venecia, ciudad italiana de 55.000 habitantes que recibe más de 20 millones de visitantes al año, unos 2.000 manifestantes salieron a la calle el mes pasado para protestar por los efectos del turismo sobre la contaminación y el precio de los alquileres. Diversas localidades han decidido atajar el problema desde la vía política y legislativa. En Dubrovnik, una ciudad de la costa croata que suele ser destino habitual de cruceros mediterráneos, el alcalde, ha puesto cámaras para monitorizar la actividad de los visitantes. El regidor de la isla croata de Hvar, por su parte, ha planteado poner multas de hasta 700 € para atajar los excesos del turismo, fundamentalmente británico, según el diario londinense The Guardian.